
VOLAR CON TURBULENCIAS
¿Me has echado de menos? Independientemente de tu respuesta yo te quiero decir que yo a ti sí, y estoy muy contento de ver que sigues por aquí.
Aunque últimamente no me hayas visto por Entrena10, he seguido entrenando a tope. Desde mediados de septiembre he tenido importantes cambios en mi vida, que me han llevado a cambiar el orden de prioridades que tenía hasta ahora, y me han permitido moverme desde mi zona conocida (también llamada zona de confort) hacia una zona de aprendizaje y expansión. No están siendo momentos fáciles, pero sí te puedo decir que están siendo verdaderamente retadores y enriquecedores. Estos momentos que estoy viviendo me están ayudando a darme cuenta de que más allá del límite que yo visualizo, todavía hay más. Hay más capacidad de hacer las cosas mejor, hay más resiliencia ante la adversidad, más herramientas que puedo utilizar, más soluciones a aplicar a las situaciones a resolver. Y sobre todo hay más tolerancia ante los errores, tanto los míos como los de los demás.
Curiosamente este momento que estoy viviendo lo están viviendo también (en sus respectivos ámbitos) 3 personas muy cercanas a mí. Y todas ellas coinciden en la consideración de que es duro, pero tremendamente gratificante y enriquecedor. Sí Vanessa, te acompañé en aquel momento de decisión que afrontaste, y ahora fíjate que estamos los 2 en lo mismo, ¡quién me lo iba a decir a mí! Estoy convencido de que en un tiempo miraremos atrás y nos sentiremos muy orgullosos de lo que hemos conseguido. Nos diremos “ole, ole y ole” (esto lo he copiado de Víctor Küppers)
En este camino de aprendizaje que estoy viviendo, esta semana he tenido la fortuna de mantener una conversación con una persona a la que aunque apenas conocía, me habló desde su más profunda esencia. Reproduzco a continuación esta conversación:
”Alejandro, yo en mi puesto anterior viajaba 1 vez al mes a Colombia, y siempre lo hacía con Iberia, y no con Avianca. ¿Sabes por qué? Los aviones de Iberia tenían 4 motores y los de Avianca solo 2. Si durante el vuelo fallase uno de los motores, con Iberia tendría 3 más para cruzar el charco, en cambio con Avianca, solo me quedaría 1, y el riesgo de caer sería muy alto. Yo en mi vida tengo 4 motores para volar: mi salud, mi familia, mis valores y mi trabajo. Puedo volar si tengo turbulencias en uno de ellos, o incluso en 2, pero si me fallan más motores, entonces caigo”
Esta conversación me ha ayudado a interiorizar la importancia que tiene cuidar cada uno de estos motores, haciendo las revisiones preceptivas, utilizándolos de manera prudente, y sobre todo renovando las piezas deterioradas para que cada motor funcione como un reloj suizo 🙂
Me alegra mucho que sigamos viéndonos por aquí. Dentro de unos días se cumplirá el primer año de vida de Entrena10, espero que lo podamos celebrar juntos.
Y tú, ¿cómo cuidas los motores de tu vida?
Hasta entonces te regalo esta bonita canción que quiero que me acompañe durante mucho tiempo.
Al leerte Alejandro y mostrarte tal cómo eres…hacernos conectar con todo lo que tú interior es, de la forma más maravillosa y delicada en qué lo ofreces, haces que realmente seas ese GRAN acompañante de personas.
Y que esa dureza por la que estéis pasando siga siendo gratificante y enriquecedora, así como pasajera.
Un abrazo muy grande!!!!
Si! Te eché de menos! Que bonito es volver a saber y leerte. Mucha suerte en tus cambios. Hoy voy a dedicarlo a definir mis cuatro motores. Gracias Alejandro!
Socio, reequilibrando el motor de Entrena10. Que sería de nosotros sin esas turbulencias, no son más que oportunidades para aprender más sobre nosotros mismos. Si esos son los motores el carburante es el propósito vital, que alimenta todo lo demás. Un carburante “Bio”. Encantado de volver a verte aquí también
Cada uno vivimos esas turbulencias de forma distinta. A veces con miedos o incertidumbres, y a veces deseando enganchar la proxima. Algo parecido experimentas cuando te sientes enganchado a un momento de tu vida profesional, personal, o simplemente cuando una ola o rafaga de aire arrastra de ti. Simplemente disfrutarla y surfearla, como la vida misma.
Qué bueno volver a leerte, Alejandro.
Ánimo con las turbulencias… todos las padecemos. Pero hay que apechugar y sobrellevarlas como mejor podamos.
Un abrazo!candido
Gracias Pilar. ¡Qué bien lo sabes tú! Me alegra mucho verte por aquí compartiendo tu punto de vista.
Un abrazo fuerte